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La supervivencia de los pandas depende de los ‘bosques viejos’
El Gobierno chino tiene que decidir si renueva la prohibición de talar árboles en sus hábitats
Oso PandaLa clave para la conservación del oso panda podría estar en los árboles. Según un estudio publicado en la última edición de Biology Letters, estos animales sobreviven y se reproducen con mucha más facilidad en bosques que nunca han sido talados. El equipo dirigido por Zejun Zhang, investigador del Instituto de Zoología de Pekín, estudió durante cinco años la provincia de Sichuan, hogar de la mayoría de los 2.500 ejemplares de panda que se cree que quedan actualmente en libertad
El anuncio llega justo cuando el Gobierno chino tiene que determinar si renueva o cancela la prohibición de talar árboles en varias zonas donde habita esta especie. La ley se aprobó hace 12 años y expira en 2011. Ningún organismo oficial se ha pronunciado todavía al respecto, pero es probable que el estudio influya en la decisión. Y más, cuando el oso panda es una de las señas de identidad de China en el mundo.
Los investigadores no explican las razones de su hallazgo. «Una posibilidad es que el bambú que crece bajo los árboles maduros sea más nutritivo», indican en su estudio. «Otra es que sólo los árboles viejos crecen lo suficiente como para formar cavidades adecuadas donde las hembras puedan dar a luz y crear sus guaridas. Esto nos lleva a la pregunta: ¿son las guaridas un factor que limita la población de pandas en reservas donde los bosques han sido talados?», prosiguen.
El estudio señala que la antigüedad de los árboles es tan importante en el hábitat de los pandas como la presencia de bambú (planta que compone el 99% de su dieta), y que factores como la altitud del lugar, la presencia de arbustos y el tipo de copas de los árboles tienen una relevancia menor.
Pequeña y fragmentada
«La mayor amenaza para la conservación del panda gigante es que el área en la que viven se está volviendo cada vez más pequeña y fragmentada», asegura Yang Yan, coordinador del programa de especies de la organización WWF. Y explica: «Esto se debe a la tala de árboles, la expansión de la agricultura en áreas forestales, la minería y la construcción de carreteras».
A pesar de que la especie sigue catalogada como «dependiente de conservación», lo que significa que si no fuera protegida estaría condenada a la extinción, su situación ha mejorado en los últimos años, ya que el Gobierno prohibió el comercio de pieles, la tala de árboles en los espacios donde se cree que habitan los pandas y el establecimiento de reservas.
Recientemente, los investigadores han comenzado a comprender las necesidades básicas de los pandas para prosperar en su hábitat y sus pautas de comportamiento.
Aunque hay más de 60 reservas en China, sólo el 60% de los pandas residen en ellas. El resto vive en bosques de bambú aislados por culpa de la tala masiva (a pesar de la prohibición) y la actividad humana. «Si queremos prevenir que ciertas poblaciones de panda desaparezcan, tenemos que enlazar sus fragmentados hábitats para que puedan desplazarse de uno a otro y conocer compañeros con un código genético distinto», apunta Alan Carlson, especialista de WWF.
Aunque se estima una población cercana a los 2.500 ejemplares, la cifra oficial de pandas gigantes es de sólo 1.596. Esta imprecisión se debe al carácter elusivo de los pandas. De hecho, muy pocos de los cientos de investigadores que pasan años rastreándolos tienen la suerte de haber visto a un panda en su hábitat.
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